MANIFIESTO: Cuarentena Sin Machismo Ni Violencia

Ante la emergencia sanitaria producida por el COVID19, las mujeres ecuatorianas organizadas exigimos al estado, a las empresas y a las familias, ampliar las medidas tomadas para prevenir la propagación del virus y para precautelar la salud y la vida de niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres en su diversidad, personas con discapacidad, personas adultas mayores, personas en situación de calle y de pobreza extrema y personas en condiciones de múltiple vulnerabilidad, entendiendo que factores de riesgo como la pobreza, el machismo y el encierro pueden exacerbar las violencias contra las mujeres y las infancias y profundizar las brechas económicas y de uso del tiempo en las tareas domésticas y de cuidado de personas dependientes, a cargo, tradicionalmente, de las mujeres ecuatorianas.

Por tanto, exigimos:

  1. Al Consejo Nacional de Igualdad Intergeneracional, en coordinación con los entes rectores en materia de salud, educación, prevención y atención de la violencia: la emisión de protocolos para la prevención de la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes; directrices que garanticen el derecho de niñas, niños y adolescentes a la educación sin que esto genere una sobrecarga adicional de trabajos de apoyo escolar para sus cuidadoras, que generalmente son mujeres; campañas de difusión sobre la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en los cuidados de niñas, niños y adolescentes; directrices nutricionales para las familias que se encuentran en situación de pobreza; coordinación con los gobiernos provinciales, municipales y parroquiales para la garantía de las necesidades básicas y fundamentales de la población y el aseguramiento de servicios como alimentación, salud, educación, prestación de agua potable, alcantarillado, comunicaciones y emitir protocolos específicos de cuidado emocional y de salud a las personas adultas mayores, dirigidos a las autoridades y a las familias, para evitar su abandono y el riesgo de contagio.
  2. Al ente rector del Sistema Nacional de Prevención y Erradicación de Violencia contra las Mujeres la emisión de directrices y protocolos para garantizar la atención a las víctimas de violencia y campañas que permitan prevenirla y poner a disposición de las mujeres mecanismos expeditos y confidenciales de denuncia y la activación inmediata de rutas de atención y protección, lo que se puede conseguir sin poner en riesgo a su propio personal, en coordinación con Casas de Acogida y Centros de Atención; así como medidas de autocuidado que permitan a las mujeres reducir los riesgos en la convivencia con sus agresores. Donde fuere posible, medidas como teletrabajo pueden garantizar servicios de asesoría y consulta para las mujeres.
  3. Al Consejo Nacional de Igualdad de Género, la emisión de campañas y de directrices para favorecer la corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidados en los hogares, considerando que las mujeres, sobre todo en el área rural, están sobrecargadas de estas tareas.
  4. Al Ministerio de Salud, para que en la emisión de protocolos y directrices considere la diversidad cultural, lingüística, generacional, de género y de discapacidades y la situación de las poblaciones en mayor vulnerabilidad.
  5. Al Ministerio de Inclusión Económica y Social, la emisión de protocolos en sus centros de atención y en los programas dirigidos a los hogares, a hombres y mujeres, para el cuidado a niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y personas adultas mayores. De manera particular, el MIES deberá atender con medidas de acogimiento a las personas en situación de calle, así como la dotación de canastas de alimentación básica a las/os trabajadores informales y trabajadoras remuneradas del hogar que se quedarán sin ingresos durante la cuarentena.  
  1. Al Ministerio del Trabajo, fortalecer medidas de conciliación para las personas trabajadoras, especialmente mujeres; garantizar que medidas como el teletrabajo consideren la carga adicional de las madres de hijos e hijas en edad escolar que requieren tutoría en sus tareas; regulación de la situación de las personas trabajadoras en general y específicamente de las trabajadoras remuneradas del hogar para que puedan continuar percibiendo su remuneración en el contexto de la restricción de la movilización, considerando la imposibilidad de asistir a sus trabajos como una situación de fuerza mayor, o caso fortuito. Tomar medidas contra posibles despidos intempestivos y aquellas que garanticen la salud y seguridad del personal que debe continuar trabajando como excepción, en las áreas de servicios básicos, salud, fuerza pública, comunicación social, entre otras.
  2. Al Ministerio del Interior, para que capacite a la Policía Nacional en los protocolos de atención y protección a las víctimas de violencia en el contexto de la cuarentena.
  3. Al COE Nacional, al Consejo Nacional de la Judicatura, a la Secretaría de Derechos Humanos y la Secretaría de Comunicación, que active una campaña mediática generando y difundiendo el protocolo específico de actuación en el contexto de la cuarentena para los casos de violencia contra las mujeres y las niñas.
  4. Al 911, en coordinación con la Secretaría de Derechos Humanos para que derive las llamadas por violencia de género contra las mujeres y niñas como una #EmergenciaSocial
  5. Al COE Nacional y la Secretaría Nacional de Comunicación, incluir en sus campañas el hashtag #CuarentenaSinMachismoNiViolencia
  6. A todas las carteras de estado, prestar al personal que continúe trabajando, mecanismos de cuidado y autocuidado ante la crisis sanitaria y social.

Ante la emergencia sanitaria producida por el COVID19, las mujeres ecuatorianas organizadas exigimos al estado, a las empresas y a las familias, ampliar las medidas tomadas para prevenir la propagación del virus y para precautelar la salud y la vida de niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres en su diversidad, personas con discapacidad, personas adultas mayores, personas en situación de calle y de pobreza extrema y personas en condiciones de múltiple vulnerabilidad, entendiendo que factores de riesgo como la pobreza, el machismo y el encierro pueden exacerbar las violencias contra las mujeres y las infancias y profundizar las brechas económicas y de uso del tiempo en las tareas domésticas y de cuidado de personas dependientes, a cargo, tradicionalmente, de las mujeres ecuatorianas.

Por tanto, exigimos:

  1. Al Consejo Nacional de Igualdad Intergeneracional, en coordinación con los entes rectores en materia de salud, educación, prevención y atención de la violencia: la emisión de protocolos para la prevención de la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes; directrices que garanticen el derecho de niñas, niños y adolescentes a la educación sin que esto genere una sobrecarga adicional de trabajos de apoyo escolar para sus cuidadoras, que generalmente son mujeres; campañas de difusión sobre la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en los cuidados de niñas, niños y adolescentes; directrices nutricionales para las familias que se encuentran en situación de pobreza; coordinación con los gobiernos provinciales, municipales y parroquiales para la garantía de las necesidades básicas y fundamentales de la población y el aseguramiento de servicios como alimentación, salud, educación, prestación de agua potable, alcantarillado, comunicaciones y emitir protocolos específicos de cuidado emocional y de salud a las personas adultas mayores, dirigidos a las autoridades y a las familias, para evitar su abandono y el riesgo de contagio.
  2. Al ente rector del Sistema Nacional de Prevención y Erradicación de Violencia contra las Mujeres la emisión de directrices y protocolos para garantizar la atención a las víctimas de violencia y campañas que permitan prevenirla y poner a disposición de las mujeres mecanismos expeditos y confidenciales de denuncia y la activación inmediata de rutas de atención y protección, lo que se puede conseguir sin poner en riesgo a su propio personal, en coordinación con Casas de Acogida y Centros de Atención; así como medidas de autocuidado que permitan a las mujeres reducir los riesgos en la convivencia con sus agresores. Donde fuere posible, medidas como teletrabajo pueden garantizar servicios de asesoría y consulta para las mujeres.
  3. Al Consejo Nacional de Igualdad de Género, la emisión de campañas y de directrices para favorecer la corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidados en los hogares, considerando que las mujeres, sobre todo en el área rural, están sobrecargadas de estas tareas.
  4. Al Ministerio de Salud, para que en la emisión de protocolos y directrices considere la diversidad cultural, lingüística, generacional, de género y de discapacidades y la situación de las poblaciones en mayor vulnerabilidad.
  5. Al Ministerio de Inclusión Económica y Social, la emisión de protocolos en sus centros de atención y en los programas dirigidos a los hogares, a hombres y mujeres, para el cuidado a niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y personas adultas mayores. De manera particular, el MIES deberá atender con medidas de acogimiento a las personas en situación de calle, así como la dotación de canastas de alimentación básica a las/os trabajadores informales y trabajadoras remuneradas del hogar que se quedarán sin ingresos durante la cuarentena.  
  1. Al Ministerio del Trabajo, fortalecer medidas de conciliación para las personas trabajadoras, especialmente mujeres; garantizar que medidas como el teletrabajo consideren la carga adicional de las madres de hijos e hijas en edad escolar que requieren tutoría en sus tareas; regulación de la situación de las personas trabajadoras en general y específicamente de las trabajadoras remuneradas del hogar para que puedan continuar percibiendo su remuneración en el contexto de la restricción de la movilización, considerando la imposibilidad de asistir a sus trabajos como una situación de fuerza mayor, o caso fortuito. Tomar medidas contra posibles despidos intempestivos y aquellas que garanticen la salud y seguridad del personal que debe continuar trabajando como excepción, en las áreas de servicios básicos, salud, fuerza pública, comunicación social, entre otras.
  2. Al Ministerio del Interior, para que capacite a la Policía Nacional en los protocolos de atención y protección a las víctimas de violencia en el contexto de la cuarentena.
  3. Al COE Nacional, al Consejo Nacional de la Judicatura, a la Secretaría de Derechos Humanos y la Secretaría de Comunicación, que active una campaña mediática generando y difundiendo el protocolo específico de actuación en el contexto de la cuarentena para los casos de violencia contra las mujeres y las niñas.
  4. Al 911, en coordinación con la Secretaría de Derechos Humanos para que derive las llamadas por violencia de género contra las mujeres y niñas como una #EmergenciaSocial
  5. Al COE Nacional y la Secretaría Nacional de Comunicación, incluir en sus campañas el hashtag #CuarentenaSinMachismoNiViolencia
  6. A todas las carteras de estado, prestar al personal que continúe trabajando, mecanismos de cuidado y autocuidado ante la crisis sanitaria y social.

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